La madera es uno de los materiales de construcción más sanos que existen. Actúa como regulador natural del ambiente interior, es un material vivo que «respira» y así ayuda a la ventilación; estabiliza la humedad y filtra y purifica el aire; es cálido al tacto y absorbe el sonido. No trastorna los sutiles campos eléctricos y magnéticos naturales como la mayoría de los otros materiales.
En relación a su peso la madera es más fuerte que cualquier otro material de construcción. En su aspecto psicológico y emocional conecta al hombre con la naturaleza haciendo resaltar sus conexiones biologi- cas.
La madera se cura y mejora con el tiempo.
Los productos derivados de la madera también gozan de las mismas características: el corcho, el linóleo, el caucho, el papel y los tableros compuestos (de fibras, contrachapado, alistonado y aglomerado). La madera, correctamente estacionada puede durar siglos, pero en general necesita un tratamiento que evite el peligro de ataques, y es aquí donde puede perder esas condiciones ecológicas.
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